To be Built

Agustin Pérez Rubio
Musac, 2010

El Laboratorio 987 del MUSAC presenta el próximo 26 de junio el proyecto Para ser construidos, una muestra colectiva que pretende utilizar la doble vertiente conceptual y lingüística del término “construcción” para ejemplificar, por un lado, una relación con lo urbano y, por otro, consideraciones identitarias. Los artistas que participan en esta muestra —Marcelo Cidade, Marcius Galán, André Komatsu, Nicolás Robbio y Carla Zaccagnini— provienen del contexto brasileño, pero la muestra no pretende ofrecer una visión del panorama artístico brasileño actual, aunque reflexiona sobre la construcción de ciertos conceptos en torno a la identidad, tanto en el arte como en el contexto urbano. Esta muestra establece sus bases en las relaciones entre el arte y la sociedad, y por lo tanto entre el arte y la política. Para ser construidos se enmarca en el contexto de la muestra Modelos para Armar. Pensar Latinoamérica desde la Colección MUSAC, con motivo de la cual toda la programación, tanto expositiva como de actividades, del Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León se concentrará sobre América Latina entre los meses de junio y diciembre de 2010.

 

Esta muestra se inspira en algunos de los textos y cartas que el artista Hélio Oiticica (Río de Janeiro, 1937–1980) realizó después de su etapa neoconstructivista. Oiticica aspiraba a radicalizar su producción artística en busca de una mayor ingerencia política, estableciendo lazos entre el arte elevado y la cultura popular. En algunos de esos textos Oiticica desechaba la idea de representación nacional, que consideraba agotada, y asumía que el artista estaba abocado a representarse a si mismo a través de su obra y sus acciones. En otros casos, el artista brasileño planteaba el proyecto de la transformación del artista en un propositor. Para Oiticica no era suficiente que el artista se encaminara simplemente hacia una nueva experiencia en relación con el arte; era preciso también invitar al visitante a experimentar esa transformación del arte. En este sentido, no le interesaban las “posiciones meramente conceptuales”. Para él, desarrollar una propuesta asociada con un concepto suponía poner ese concepto a prueba, como proceso y como posibilidad infinita, como estructura abierta.

Para mí el concepto es una etapa, como lo sensorial, lo ambiental, etc., que en el fondo son también conceptos; lo que me parece mal de tratar al concepto como objeto-finartístico es que termina siendo redundante, cerrándose en sí mismo; cuando hago un proyecto es realmente para ser construido; no me satisface el reconocimiento de su posibilidad. (Carta a Aracy Amaral, 13 de mayo de 1972).

La muestra Para ser construidos se presenta en un momento muy diferente al del artista carioca; el Brasil actual no es el mismo que el de los años 50 y 60. En la actualidad es uno de los grandes “países emergentes”, con un presidente que está liderando el cambio de imagen de una nación que es centro de atención en el exterior, pero una imagen que todavía está por construir. En este sentido, ¿quién construye o qué queda por construir de su situación social y política?, ¿Adónde apunta este país para ser moderno? ¿Cuáles son sus señas de identidad para el futuro? ¿Pueden y deberán convivir rascacielos y favelas; asfalto y tierra en la misma ciudad? ¿Quién o quienes construyen su identidad?

Las megalópolis como Saô Paulo, Rio, o Bahia se mantienen en permanente construcción.
Precisamente esta misma situación es la que origina y fundamente el proyecto Para ser construidos. Los artistas-propositores toman de la ciudad, de la calle y de la vivencia cotidiana el germen para sus obras y andamios conceptuales, que se encuentran a medio camino entre la construcción y el proyecto. Pero, del mismo modo que en Oiticica, aquí no queda rastro del proyecto como mera posibilidad sino de su propia ejecución, de la propia construcción, del hacerse, del re-pensarse, y del re-accionar. En este sentido, este proyecto juega indistintamente en dos vertientes de la construcción, una que apunta a lo condición de lo identitario y otra a la construcción propiamente dicha, en un sentido amplio, y su relación con el entorno urbano.

De esta manera esta muestra entreteje un sentido crítico sobre la propia idea de la construcción de la identidad; del mismo modo que en el trabajo de Oiticica el artista no representa nada, sino a sí mismo y a su trabajo, en Para ser construidos –aunque los cinco artistas proceden del contexto brasileño (más específicamente del ámbito paulista)– observamos que dos de ellos son argentinos y otro brasileiro-japonés, por lo que se obvia cualquier tipo de representación del arte en Brasil, o de panorámica del mismo. La intención de este proyecto es, pues, repasar ciertas nociones en torno al arte, la construcción de la identidad y, en definitiva, las relaciones entre el arte y la sociedad, y por lo tanto entre el arte y la política. En este sentido, la premisa del comisario es crear una exposición donde el conjunto de las piezas de los diferentes artistas construyan una instalación, de modo que el diálogo entre ellas permita que el visitante-participante se sienta en un espacio en construcción, donde los ladrillos, los andamios, las piezas a medio colgar, el cemento y las palas se plantean como elementos potenciales de significación, o donde la gente tiene que ejercitar, tiene que introducirse para realizar la obra (Zaccagnini y Robbio). Desde pequeños elementos de la ciudad bajo presupuestos neoconcretos (Marcius Galan y Cidade) pasando por presupuestos ambientales y de convivencia (Zaccagnini-), hasta la ciudad y sus materiales (Komatsu), y las relaciones entre la abstracción y el medio urbano (Robbio). En conjunto, la muestra conforma una propuesta que cuestiona la idea, el momento y la representación identitaria a la vez que juega con la relación de los individuos en la ciudad, con ella misma y entre ellos mismos. El proyecto estará ubicado en su mayor parte en la arquitectura del Laboratorio 987, pero a su vez saldrá de este espacio con la intención de construir otros enlaces, otras conexiones con el público. Así, la pieza de Carla Zaccagnini Reação em cadeia com efeito variável se expondrá en el jardín exterior del museo. Esta obra, producida junto a la Fundación Bienal de Sao Paulo para los Jardines de Ibirapuera Park, dentro del marco de la 28ª Bienal de Sao Paulo, permitiría al público que se acerque al MUSAC construir en colectividad, como una acción conjunta.

Para ser construidos
Artistas: Marcelo Cidade (Sâo Paulo, Brasil, 1979), Marcius Galán (Indianápolis, USA, 1972),André Komatsu (Saô Paulo, Brasil, 1978), Nicolás Robbio (Mar del Plata, Argentina 1975), Carla Zaccagnini (Buenos Aires, Argentina, 1973)
Comisario: Agustín Pérez Rubio
Coordinación: Helena López Camacho
Fechas: 26 de junio – 12 de octubre, 2010
Lugar: Laboratorio 987 y Jardín exterior MUSAC